Tenía 14 años para el golpe cívico-militar de Pinochet el año 1973 y solo empieza a militar en el MAPU el año 1976 vinculándose a esta organización en el Liceo Rubén Castro de Viña del Mar. Valoraba entonces la experiencia de la Unidad Popular y el compromiso político, ideológico y social que la izquierda sostenía con este proceso, a pesar de las dos visiones que conviven para una salida política durante el 73.
Lamenta que hoy los procesos de “rescate de memoria” se inserten solo en los hechos de represión y que escasamente se recuerde la lucha frontal que dieron tantas organizaciones y personas anónimas que finalmente encendieron las históricas protestas de los años 80.
PLP: En este compromiso tuyo con las luchas populares ¿qué te impulsó a formar parte de este nuevo referente, el Movimiento Juvenil Lautaro?
Bueno, me incorporo al MAPU el año 1976 donde surge un análisis profundo de todo el abanico de experiencias militantes que se estaban forjando. Analizamos las experiencias actuales e históricas y su rol desde el año 69 en adelante. El MAPU poseía una visión que está vigente hasta hoy con el tema de la construcción del poder. En plena dictadura no había que poner los esfuerzos fundamentales de la organización, en la caída del régimen, lo que parecía contradictorio pues todo el mundo quería que cayera la dictadura. La consigna eterna era “Y va a caer”. Sin embargo nos manteníamos en una posición que, aunque luchando contra ella, lo primordial era capitalizar y afianzar todo lo que se había conquistado en el mundo popular durante la Unidad Popular y antes. La dictadura no era lo más importante sino el modelo. Sabíamos que tarde o temprano iba a ceder paso a un sistema “democrático” quedando el modelo intacto, pero en el intertanto se estaba descomponiendo lo logrado en el movimiento popular, su capacidad solidaria, su capacidad de organización y de lucha. Sintiéndonos plenamente identificados con todas las fuerzas populares de América latina no nos adscribimos a ninguna línea en particular y acuñamos una frase de José Carlos Mariátegui “ni calco ni copia”, es decir había que construir sin ningún dictado ideológico precedente. Yo consideré esta posición como la más inteligente, más seria y más significativa y la historia, en cierta medida, nos da la razón. Es entonces cuando un impresionante número de jóvenes se integra al MJL. En el MAPU oficial, en cambio, muchos militantes viajan a Europa y comienza a hacer mella la idea de construcción del poder, se habla de la “convergencia socialista”, se trata de impulsar un “frente antifascista” posición liderada por el PC y se desperfila la visión de Rodrigo Ambrosio que para nosotros se mantenía y se mantiene vigente. Todas posiciones que nos sacaban de la ruta de la construcción del poder popular y la educación popular. Entonces se produce el cisma, la diáspora del MAPU, algunos forman el PPD, otros se van al PS otros al PC… sin embargo el Lautaro ya estaba en las calles.
Si hacemos un repaso de la historia, la influencia de muchos personajes del MAPU fue muy fuerte y muchos de ellos, hasta el día de hoy, se encuentran en puntos claves del poder político. Tenían una vocación y visión de poder, sin embargo, se pasaron “al lado oscuro de las fuerzas” (ríe). Es un grupo que accede al poder con la Concertación y la Nueva Mayoría.
Durante la dictadura, el PC había formado el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que, en alguna medida, cumplía una función de bisagra, de negociación, para que fueran incluidos en el pacto nacional o de otro modo ellos aplicaban la fuerza. Sin embargo el FPMR se autonomiza alcanzando sus mejores logros y se acerca a la posición del MJL en el tema de la insurgencia, del levantamiento popular.
PLP: El Movimiento Juvenil Lautaro sorprendió por su creatividad, por sus propuestas irreverentes, adelantadas a su época, por su arrojo. A tu juicio ¿qué hace diferente al MJL de las demás organizaciones?
El MJL recogió visiones y sentimientos de la juventud de aquellos años, lo que lo hizo diferente a las demás organizaciones. La juventud era un segmento tremendamente golpeado en esa época. Carecía de esperanzas y de alternativas para ingresar al sistema educativo o laboral. Muchos jóvenes vieron que, sin la posibilidad de reconstruir la Unidad popular, era posible luchar por una nueva sociedad, pero desde las bases, desde la construcción inmediata de las bases del poder popular. No nos importaba el sacrificio, la exposición al riesgo, teníamos las historias recientes de luchas en América latina, Nicaragua, El Salvador, los movimientos insurreccionales en Perú, etc, hechos que marcaron a muchos jóvenes y que mostraban que la posibilidad de la toma del poder era factible. A diferencia de otras orgánicas, guardando la distancia del MIR que en esos años jugó un rol muy importante y con quienes estuvimos muy cercanos, la presencia del PC y el primer FP no representaba una salida a la toma del poder sino una eventual salida a la situación contingente de ese momento que era: no – más – dictadura. Ésta era una diferencia esencial del MJL al desmarcarnos de estas prácticas y ejercer la posibilidad de construir una alternativa popular auténticamente de base que era lo que nos convocaba a través de la vía insurreccional. El Lautaro creía en la construcción de una sociedad mejor, solidaria y justa, más que en derribar un régimen que estaba destinado a dar paso a una democracia protegida.
PLP: Mirado desde los tiempos actuales qué deja el MLJ en el olvido y qué deja en la historia.
No deja de ser triste la pregunta porque creo que la historia no va a cantar canciones del Lautaro, al contrario, la imagen de esa organización se va a socavar porque es muy peligrosa para el sistema, lo mismo que pasa con la historia tremenda de rebeldía del pueblo mapuche. Todo acto insurreccional que intente revertir el curso histórico constitucional del país por las fuerzas del pueblo y la izquierda va a ser destruido por el poder con colaboración de la otra “izquierda” que ha permanecido en el sistema y lo ha consolidado. Lo que nos deje el Lautaro va a ser analizado con los tiempos, por su notable carácter ético y revolucionario valiosísimo. Fue una de las pocas orgánicas que a pesar de ir contra los pronósticos, sigue vigente en muchos jóvenes, porque el MAPU Lautaro existe. El Lautaro no quedó fuera de la historia, aquella historia desinteresada que escriben los pueblos. Su empuje revolucionario y su carácter juvenil lo hicieron un actor peligroso para el sistema, aun después de la dictadura.
Partidos de la Concertación terminaron persiguiendo a sus militantes en un proceso represivo “en democracia”, porque siguió peleando después de la “alegría”, puesto que sus objetivos permanecían intactos.
Sectores de la izquierda tradicional valoraban y saludaban los procesos de Centro América y aquí tenían jóvenes que estaban en lo mismo y los persiguieron y los diezmaron. No es casual la muerte de Antonioletti, fue un crimen dirigido y articulado por la Concertación, en pleno gobierno de Aylwin. Está con nombre y apellido el “socialista” que lo delató. Los mismos que fueron incapaces de recuperar Soquimich, nacionalizar el agua, terminar con la AFP, etc, etc. En consecuencia, cuando estemos en la cumbre de la crisis del capitalismo no nos van a quedar sino los aspectos éticos, limpios, consecuentes, aquellos que el Lautaro reflejó en las calles. El Lautaro nunca se adaptó a la ocupación, a la convivencia, solo eso constituye rebelión. Hoy día hay una generación de jóvenes que no son militantes del Lautaro, pero que hacen suyas ideas éste, innovando en la lucha.
PLP: ¿Cómo es que llegas entonces al MRTA? (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru
En el mes de julio del 83 salgo clandestinamente después de haber participado en una operación de logística que implementó el Lautaro. Soy detenido con la fortuna de contar con apoyos de otras organizaciones que solidarizan conmigo pues yo trabajaba en la Comisión de Derechos Juveniles de Valparaíso, donde era vicepresidente. Estuve preso por largo tiempo, pero fue una detención relativamente tranquila. Antes de aquello yo había defendido a Jorge Maturana (PC) que había sido detenido. Fue una defensa “irreverente”: hago una declaración en radio Cooperativa donde digo que le damos 48 horas a la CNI en el cuartel de Agua Santa para que deje a Jorge a disposición de los tribunales pues de lo contrario íbamos a convocar a todas las fuerzas vivas de Valparaíso a marchar a esta casa de seguridad.
En su cautiverio a Jorge le ponen la grabación y le dicen que Rubén Tapia alardea porque no tiene techo, es solo del MAPU… (Nos ocultábamos en el MAPU sin serlo, para no delatar al Lautaro). En mi detención se producen amenazas de muerte y se decide que tengo que salir. Se me propone Francia pero me opongo a ir a Europa. De este modo salgo clandestinamente al Perú, puesto que el Perú teníamos una organización bastante sólida como parte del frente externo. De allí parto a una serie de misiones una de las cuales fue en Nicaragua como representante del MJL. Esto gracias a una organización del Perú que agrupaba a distintos referentes y así marchamos como comité internacional por la paz en Nicaragua. En ese periplo había bolivianos, ecuatorianos, uruguayos, argentinos y representantes de gran parte de los países latinoamericanos. Me quedé un tiempo en Nicaragua donde había un destacamento del Lautaro con fuertes contactos con Cuba, Ecuador y también Europa. Regresando a Sudamérica, paso por Bolivia, donde me detengo un tiempo a realizar tareas de apoyo para combatientes internacionalistas. Conozco a varias organizaciones peruanas donde se produce una afinidad y cooperación mutuas. A fines de los 80 los conglomerados económicos en Chile comienzan a definir una salida “democrática” manteniendo el modelo como ocurre hasta ahora en el país. Decido permanecer en Perú tomando la decisión de colaborar con organizaciones que estaban en posición más beligerante. El MRTA se contacta conmigo, reconociendo la relación con el MAPU Lautaro y valorando este aporte, formo parte de ellos. Y me incorporo a trabaja en el ámbito de mi mejor dominio, la parte logística, estableciendo finalmente una relación con el Comité Central del movimiento. De este modo después de permanecer dos años y medio operando, soy detenido en un proceso represivo donde previamente caen dos compañeros de la Comisión Política y Militar del movimiento.
Ahí sabíamos que en tortura había que “entregar” algo previamente pensado desde el punto de vista estratégico militar. Cuando el enemigo te atrapa tiene que obtener resultados, de qué sirve una detención si no se obtiene información alguna, y por otro lado hay que sobrevivir a la tortura y la cárcel. De este modo los compañeros toman la decisión de entregar información de propaganda y otras funciones, algunas de las cuales estaban a mi cargo. Y sobre este episodio que siempre es materia de consulta, digo que no guardo resquemores por esto, tengo muy claro que en la guerra una decisión como este es correcta y puede salvar muchas vidas. Efectivamente yo carecía de más información que la aportada por las cúpulas ya caídas cerrándose allí un círculo. Efectivamente allí se detuvo la escalada represiva y de destrucción de la orgánica. Estuve aproximadamente 2 años encerrado en la prisión de Canto Grande, cárcel de alta seguridad, en medio del desierto relativamente cercana a Lima. En esta cárcel había un contingente de aproximadamente 60 compañeros del MRTA.
Hay que recordar que el MRTA ya en los tiempos de Belaunde Terry declara la guerra insurreccional al estado y se le reconoce por la ocupación en la zona nororiental controlando vastos territorios donde también operaba el Sendero Luminoso que tenía un perfil maoísta.
En la cárcel de Canto Grande, en aquel momento, había alrededor de 300 senderistas presos, con quienes tuvimos una especial convivencia igual que con el resto. Estuve preso con Victor Polay Campos, Jefe del Movimiento; Peter Cárdenas Schultz (logística y operativo); Miguel Rincón (Cerpa Cartolini) quien asaltó la embajada.
La población rebelde allí era objeto de un formidable respeto y hasta admiración por parte de la población penal común, pero también frente a los guardias y la sociedad completa por afinidad y a veces por temor. Sin embargo al MRTA se le visualizaba más cercano, como una proyección del proyecto revolucionario del Che Guevara, por así decirlo. Teníamos diferencias sustantivas con los Senderistas, un solo ejemplo, nosotros nos adscribíamos a la Convención de Ginebra en situación de guerra, esto nos obligaba en combate a usar uniformes, distintivos y armas en ristre. Planteábamos una guerra distinta. Bueno, en el penal no aparezco con mi identidad de chileno pero policía internacional descubre inconsistencia con mis huellas digitales y sospechan que yo procedía de Chile.
La DIRCOTE, Dirección contra el Terrorismo en el Perú me tenía en dudas, cuando un equipo impresionante de abogados afines al MRTA y parlamentarios amigos del movimiento, que tuve la suerte de conocer gestionan mi liberación que me permite una salida negociada. Mi condena de 20 años se reduce a dos. Me traslado a Panamá donde vuelvo a aportar con mis habilidades al movimiento puesto que el MRTA logra levantarse, crea injerencia en otras zonas. Sin embargo después del gobierno de Alan García el movimiento sufre algunas derrotas militares, entra en una crisis interna aunque manteniendo su coherencia ideológica. La guerra se complejiza con la presencia del narcotráfico por el tema de la coca y es cuando Sendero Luminoso compite por el control del narcotráfico como medio de autofinanciamiento y se desperfila. Hay que contextualizar, en la sierra donde se luchaba frontalmente, el 80% de los habitantes eran indígenas y la historia de dominación de blancos hacía familiar el concepto de “traición”. ¿Por qué se destruían carreteras y fuentes de radio? Eran preguntas difíciles de entender, pero adquieren sentido ya que aquellas vías eran medios también de explotación por parte de empresarios especuladores.
Hoy el concepto de “guerra permanente” o “guerra prolongada” se ha ido extinguiendo. Antes se hablaba que mientras más larga era la guerra, mayor desgaste del enemigo. Sin embargo esta concepción está obsoleta. Hoy día se toman decisiones rápidas porque el desgaste no se produce. El imperialismo, el capitalismo local y el mercado resuelven las cosas rápidamente y la guerrilla sí se desgasta, porque el joven entra a la guerra a los 17 años y espera resolver su futuro, quiere ver frutos de su lucha, porque entraron desencantados y sin nada que perder.
El MRTA es objeto de duros golpes con Fujimori que actuó en alianza estratégica con fuerzas israelíes de inteligencia. En la guerrilla cada error militar posee un marco político así como cada error político puede tener repercusiones en la guerra. Allí se produjeron errores y el movimiento se daña internamente y hay pérdida de control de zonas de influencia. Caen dirigentes importantes. Es cuando se escapan de Canto Grande por un largo túnel 60 compañeros del MRTA en una acción extremadamente difícil pero exitosa. Viene una desconexión con panamá donde detuvimos nuestra actividad por razones de seguridad.
Pregunta PLP: ¿Cómo ves a los jóvenes de hoy en Chile que expresan tantas manifestaciones nuevas de rebeldía? ¿Qué les dirías?
La rebeldía es una condición de los jóvenes, pero no exclusiva, hay rebeldes de cualquier edad. Creo que los jóvenes deben mantener su rebeldía en el tiempo, pueden aparecer desordenados, inorgánicos, porque son golpeados emocionalmente y vulgarizados por la prensa dominante, la derecha y los que se dicen llamar “de izquierda” los va a estigmatizar y terminará calificándolos de “terroristas”. Sin embargo la acción de la juventud es legítima y puede ser muy diversa. Hace poco hubo un ataque cibernético al Banco de Chile, es un tema interesante… Los jóvenes con diversas capacidades deben actuar en consecuencia, encontrando cada vez formas más inteligentes y sutiles, pero a la vez tan rebeldes y dolorosas para el sistema. Creo que la voluntad, para no hablar de esperanza que es una palabra algo manoseada, la voluntad de los jóvenes hoy día cobra sentido en ellos, lo que los hará crecer en una visión diferente y antagónica al continuismo que impera. Los Lautaro aún se mantienen en esa posición. Y no importa la edad.