¿Cuáles son las principales causas de la impotencia masculina?

Causas físicas:

La impotencia masculina, a menudo denominada disfunción eréctil (DE), puede tener diversos orígenes físicos. Algunas de las principales causas físicas son:

  • Enfermedades y afecciones: Varias dolencias pueden provocar disfunción eréctil, entre las que destacan la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y vasculares y las enfermedades renales crónicas. La aterosclerosis, que implica el endurecimiento de las arterias y puede restringir el flujo sanguíneo, es otra de las principales causas físicas.

  • Problemas de flujo sanguíneo: Las erecciones afectan principalmente a los vasos sanguíneos. Las causas más frecuentes de disfunción eréctil, sobre todo en los hombres mayores, se deben a trastornos que dificultan el flujo sanguíneo al pene.

  • Cirugías y radiación: Las intervenciones en la parte inferior del abdomen o la pelvis, como las cirugías o los tratamientos de radiación para el cáncer, pueden provocar disfunción eréctil. Los hombres que se someten a tratamientos contra el cáncer de próstata, colon-rectal o vejiga suelen tener problemas de disfunción eréctil.

  • Enfermedades físicas: Otros problemas físicos que pueden provocar disfunción eréctil son el colesterol alto, la hipertensión, la obesidad y el hábito de fumar.

Medicamentos y tratamientos:

Los medicamentos, aunque son esenciales para tratar diversas afecciones, a veces pueden provocar efectos secundarios no deseados, entre ellos la disfunción eréctil. Algunos fármacos, como el sildenafilo (Viagra®), el vardenafilo (Levitra®) o el tadalafilo (Cialis®), pueden ayudar a mejorar la función sexual masculina al aumentar el flujo sanguíneo. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que otros tipos de medicamentos también pueden dificultar la capacidad de un hombre para lograr y mantener una erección.

Causas psicológicas:

Aunque los problemas físicos desempeñan un papel importante en la disfunción eréctil, no pueden pasarse por alto los factores psicológicos:

  • Problemas de salud mental: Afecciones como la depresión, la ansiedad y el estrés pueden afectar significativamente al bienestar sexual de un hombre. Estos problemas de salud mental pueden interferir en las sensaciones sexuales y en la capacidad de mantener una erección.

  • Problemas de pareja: Los problemas de pareja pueden contribuir a la disfunción eréctil. La dinámica de una relación puede ejercer estrés y presión, lo que, a su vez, puede afectar a la función sexual del hombre.

Estilo de vida y otros factores:

Varios factores externos y elecciones de estilo de vida pueden contribuir a la disfunción eréctil:

  • Consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con la disfunción eréctil. Puede interferir en el equilibrio hormonal y la circulación sanguínea, dos factores cruciales para mantener una erección.

  • Envejecimiento: La edad es un factor que contribuye a la disfunción eréctil. Aproximadamente una cuarta parte de los hombres declararon tener problemas de erección a partir de los 50 y los 59 años. Además, el 40% indicó que empezó a experimentar disfunción eréctil entre los 60 y los 69 años.

  • ¿cuáles son las principales causas de la impotencia masculina?Enfermedades crónicas y factores de riesgo: La presencia de enfermedades crónicas puede aumentar el riesgo de DE. Es esencial conocer estos factores de riesgo y tratarlos adecuadamente.

Gestión y tratamiento:

La disfunción eréctil es una preocupación común para muchos hombres, pero existen numerosas formas de controlarla. La causa de la disfunción eréctil suele determinar la estrategia de tratamiento. Reconocer las causas subyacentes, ya sean físicas o psicológicas, es crucial. Dependiendo del origen, existen varios tratamientos y estrategias eficaces, incluidos los que eliminan la necesidad de tomar una píldora.

Comprender las causas profundas de la impotencia masculina puede allanar el camino hacia un tratamiento eficaz y una mejor calidad de vida. Si usted o alguien que conoce padece disfunción eréctil, considere la posibilidad de consultar a un profesional sanitario para determinar el mejor curso de acción.