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El pasado lunes 2 de diciembre, se firmó el histórico “Acuerdo por el fin al subcontrato y el bienestaren el trabajo” en el Aula Magna de la Universidad de Santiago de Chile, para que, luego de años de lucha, por fin se acabara con el trabajo precario que identificó a cientos de trabajadoras y trabajadores durante toda su estadía en la USACH. La medida impulsada principalmente por el Sindicato de Aseo, la Vocalía Laboral, los estudiantes y los directivos de la casa de estudios, efectúa el proceso de contratación pública de aseo, guardias y jardines de forma progresiva, para así en 2021, alcanzar la expiración total del subcontrato en la ex UTE.

Por Macarena Cárdenas Olivares

La necesidad del fin al subcontrato surge desde una serie de desigualdades que su estructura adopta paralelamente al sistema de producción capitalista imperante. Con esto, nos referimos a la clasificación de trabajadoras y trabajadores de primera y segunda categoría, que genera una importante segregación en cuanto a sueldo, beneficios y oportunidades laborales a los que estos puedan aspirar. El subcontrato impide el correcto desarrollo del derecho al trabajo, pues no permite que las funcionarias pretendan ascender de puesto laboral pese a que, de facto, realicen labores permanentes y no transitorias como se explica en el estatuto universitario.

Nos parece sumamente importante visibilizar la labor que llevan las funcionarias de aseo, pues es aquí donde se forma una de las grandes paradojas del sistema reproductivo económico, ya que las funcionarias (en su mayoría mujeres de tercera edad), cumplen con el mantenimiento del recinto público en adecuadas condiciones de higiene y salubridad para un correcto desempeño de las tareas académicas y administrativas que debe llevar a cabo la universidad.

Desde el año 2012, la Vocalía Laboral de la USACH, se ha establecido como un órgano democrático para vincular el apoyo mutuo entre estudiantes y funcionarios. Así es como de esta forma, se ha logrado generar condiciones para que las trabajadoras y los trabajadores pudieran solventarse ante la precarización de su empleo. Algunas de las iniciativas mediadas por la Vocalía Laboral durante este periodo previo al acuerdo por el fin al subcontrato, fueron la Escuela Sindical Clasista Juan Pablo Jiménez organizada en conjunto con la Organización Sindical AIT, la Escuela de Nivelación de Estudios y variados conversatorio y actividades relacionadas tanto al área laboral como a la del derecho sindical.

La estructura que compone el subcontrato se identifica como un medio que sigue propagando la precariedad, la pobreza y la desigualdad entre los integrantes del movimiento popular. La alianza entre el capitalismo y el patriarcado se vislumbra en un sistema de explotación neoliberal que ha afectado a las mujeres trabajadoras originando una seguidilla de hechos que se traducen en una doble explotación y hasta triple para las mujeres extranjeras. Creemos urgente difundir la necesidad de fortalecer la organización clasista a través del trabajo y la educación comunitaria, para que, de esta forma, logremos por fin generar nuestras propias condiciones por medio de la solidaridad entre las y los pobladores.